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  • Reflexiones en la bisagra: Días inertes, iras inanes, de Vicent M. B,

    Reflexiones en la bisagra: Días inertes, iras inanes, de Vicent M. B,

    Sara es una mujer liberada de muchas convenciones. Quizá de demasiadas. Parece que las teóricas andan ahora mareadas con la transición entre la segunda y la tercera generación del feminismo, y el otro día leía un resumen burdo en el que las fricciones se podían reducir a si el porno y las putas son opresión Read more

  • Cuentos populares africanos, por Antonio Cruzans

    Cuentos populares africanos, por Antonio Cruzans

    África, como todos sabéis, es un continente inmenso y lleno de misterios. Desde antiguo, multitud de exploradores y aventureros quisieron adentrarse en sus impenetrables selvas, sus vastas praderas, que allí se llaman sabanas, o en sus interminables desiertos y, a pesar de haber sido conquistado por los ejércitos europeos, expoliado por la insaciable codicia de Read more

  • Palabras de mala prensa: Estadística, de María Elena Picó Cruzans

    Palabras de mala prensa: Estadística, de María Elena Picó Cruzans

    El inicio de este curso escolar se ha instalado en nuestras casas como lo están haciendo los que pierden sus trabajos y regresan a los hogares paternos: envueltos en decepciones y con las maletas vacías. En este torbellino de emociones que la vida nos ha puesto como camino me he encontrado ya varias veces en Read more

  • Obsesión, de Antonio Cruzans

    Obsesión, de Antonio Cruzans

    “Ahora que vamos despacio,vamos a contar mentiras,tralará…” Cuando siendo unos tiernos infantes cantábamos esta inocente cancioncilla en el patio del colegio o en las excursiones campestres, Carlitos, un niño de flequillo repeinado y casco capilar fabricado a base de laca, la entonaba con sincero entusiasmo y a pleno pulmón, como si de un himno patriótico Read more

  • Reflexiones en la bisagra: Y todavía estaba allí, de Vicent M.B.

    Reflexiones en la bisagra: Y todavía estaba allí, de Vicent M.B.

    No hay, para un occidental que duerma bajo techo, momento más miserable que el madrugón obligado con resaca (en el mejor de los casos, todavía borracho en los peores) tras menos de cuatro horas de sueño. No conozco a nadie que lo haga a gusto. En realidad, no conozco a nadie que madrugue a gusto. Read more

  • Quiero volar, de Antonio Cruzans

    Quiero volar, de Antonio Cruzans

    Tic, tac, tic, tac, tic, tac… El reloj de pared, aquel que funcionaba gracias a un péndulo movido por unas piñas metálicas, mediante el método de ser estiradas cada noche, de cuyo desempeño últimamente se encargaba su hermano, puesto que ya era lo suficientemente mayor para ello, iba marcando inexorablemente el paso del tiempo, el Read more